Originalmente los petardos o fuegos artificiales eran utilizados para ahuyentar a los malos espíritus, la leyenda más conocida es la del monstruo Nian que salía a comerse a los aldeanos y niños pequeños en la víspera del año nuevo. Al descubrir que el ruido ocasionado por bambúes encendidos asustaba a este monstruo los pobladores de las aldeas chinas decidieron lanzar cada año fuegos artificiales para evitar la llegada de Nian.
Actualmente, esta tradición ancestral continúa y es de vital importancia para la celebración del año nuevo en esta nación, pues, ayuda a mejorar el ambiente festivo del recibimiento del nuevo año. Por tanto, aunque los petardos sean ruidosos en exceso, así como la gran cantidad de desperdicio de papel rojo igual los pobladores de este país los disfrutan
Antiguamente lo lanzado durante esta festividad era el Baozhu que significa bambú en explosión, lo cual constituía el antecesor de los petardos. En la dinastía Tang entre el 618-907 fue descubierta la pólvora, la cual era introducida por un hoyo del bambú, esto generaba una estruendosa explosión al arrojar este material al fuego, fue así como nacieron los petardos en la China antigua.
Más tarde durante la gobernanza de la dinastía Song (960-1279) los tallos de bambú fueron reemplazados por tubos de papel, envueltos en papel de color rojo, el cual es de gran significación dentro de esta festividad, asociado a la buena suerte además. Vale destacar que los petardos se fueron haciendo cada vez más populares para dentro de las celebraciones tradicionales y religiosas en China.