De acuerdo a los expertos acerca de la historia de Japón, los fuegos artificiales llegaron a este país producto de un regalo por parte de un representante inglés del Rey James I, le entregó al fundador del shogunato Tokugawa Ieyasu, quien gobernó desde 1603 a 1867, este gobernante quedó tan impresionado por estos artefactos y comenzó hacerlos populares en el país de Japón.
En la medida en que se fueron haciendo populares los fuegos artificiales en Japón los señores gobernantes de Edo, cuyo nombre actual es Tokio comenzaron a reunirse alrededor del río Sumida para observar en el cielo como estallaban y lo llenaban de colores.
Asimismo, en el año de 1733 se efectuó la primera exhibición pública de fuegos artificiales, alrededor del río Sumida, en ocasión de honrar las almas de personas fallecidas, producto de la pobreza extrema de ese país. Además de generar entretenimiento en las personas visitantes del lugar.
Luego de esta primera actividad, se hizo recurrente dicho evento, por lo que hoy día se preserva este tipo espectáculos de lanzamiento de fuegos artificiales para los espectadores que llegan al río Sumida en cada verano.
En la actualidad, en Japón otras ciudades llevan a cabo también este tipo de festivales durante el verano, conocidos como festivales de Hanabi. Estos espectáculos son comparables por la población japonesa con lo hermoso que resulta de ver en la primavera los cerezos en flor. Ver entonces las flores de Hanabi es un espectáculo.
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