Los fuegos artificiales sólo dilataban ráfagas de luces de color naranjas y doradas. A pesar que escaseaban los colores, la gente encontraba estos fuegos muy fascinadores. Luego, los fuegos artificiales se transformaron en el arte colorido que vemos en las fiestas y en otras celebraciones.
Chispas de color
En el año 1830, artistas italianos en el arte de fuegos artificiales aprendieron como crear color en las exhibiciones de fuegos artificiales por medio de agregar sales metales a su composición química. De manera que, cuando se muestran a la llama, cada metal de sal produce ondas de colores específicos.
Por ejemplo, el sodio produce amarillo, el estroncio produce rojo, y el bario produce verde. Mezclar los químicos puede producir una gran variedad de matices, incluso el morado hecho de una mezcla de componentes de estroncio y cobre. Pues, esta revelación ayudó a la transformación de los espectáculos pirotécnicos en algo más elaborado y de una expansión deslumbrante.
Además, en las demostraciones de fuegos artificiales de hoy día, los metales químicos de sal, están almacenados en bolas negras (referidos como estrellas) y desparramados a través de celdas que contienen el polvo a disparar.
Una vez encendido, el fuego artificial se lanza al cielo mientras un fusible dentro de la celda se enciende lentamente. Más tarde de alcanzar cierto punto, este fusible causa que el fuego artificial estalle y lance las estrellas en varias direcciones.
Pues, las estrellas explotan en chispas coloridas de luces especificas en base a los metales de sal usados, en reacción a estas luces espectaculares, sonidos OOH’s y AAH’s son a menudo escuchados por los que miran desde abajo.
Más información referente a los mejores fuegos artificiales, te invitamos a visitar Comercial Gallo Verde en Instagram